Categories: Meditaciones

Hijitos, no pequéis…

El mandato de Dios es claro, si queremos seguir sus caminos hemos de vivir apartados del mal.

Pero vez tras vez tropezamos y caemos. Y en cada caída corremos un riesgo aún mayor: no levantarnos.

Porque si hay algo que nuestro adversario sabe usar muy bien es nuestro sentido de culpa.

Primero nos incita, y si caemos nos acusa.

Pecar nos priva de bendiciones, y puede acarrear consecuencias permanentes en nuestras vidas.

Sin embargo, si hay un arrepentimiento real, el versículo nos ofrece una esperanza: Tenemos un abogado defensor en Cristo.

Por eso, si quieres llevar una vida espiritual de victoria aférrate a Dios, busca la llenura de su Santo Espíritu, y no peques.

Pero si pecas no añadas un pecado aún mayor: No arrepentirte.

 

Imagen de portada por Alex Iby  en Unsplash

David Gómez

Share
Published by
David Gómez

Recent Posts

Orad sin cesar

Orad si cesar, porque si no dedicamos tiempo, constancia y esfuerzo a crecer en la…

2 años ago

La fe, la certeza de lo que se espera

Todos los seres humanos tienen fe. La cuestión es fe, ¿en qué o en quién?

2 años ago

El castigo de nuestra paz fue sobre él

Paz. El ser humano busca vivir en paz. Y está dispuesto a todo por conseguirla.…

2 años ago

Dad gracias (a Dios) en todo

Con la instrucción "dad gracias", el apóstol Pablo nos está enseñando que esa es la…

2 años ago

Bástate mi gracia

Cuando creas que tus limitaciones te conducirán al fracaso, recuerda las palabras de Dios: "Bástate…

2 años ago

Creados en Cristo Jesús para buenas obras

Cuando nos acercamos a Dios descubrimos que nuestro destino no es una cuestión de azar,…

2 años ago