A lo largo de nuestras vidas Dios nos va a llevar a situaciones en las que nos van a pedir «una milla más».
Y no siempre por caminos fáciles o divertidos.
Su objetivo no es fastidiarnos ni tenernos entretenidos. Su objetivo es hacernos llegar más lejos.
Que cuando pensemos que ya es suficiente y que no podemos más, descubramos que en Él tenemos las fuerzas para alcanzar mayores metas.
Metas de santidad, metas de amor, metas de servicio y consagración.
Esto es así porque Dios quiere que lleguemos a la plenitud de su visión. Mucho más lejos de lo que podríamos haber soñado nunca.
Y todo para que alcancemos el premio que nos tiene preparado. Y no un premio cualquiera, sino el premio del supremo llamamiento.
Por eso, nunca mires el cuentakilómetros de tus trabajos o de tu servicio para Dios.
Vayamos con Cristo hasta el final, ni una milla menos.
Fotografía por Aleksandra Boguslawska en Unsplash
Orad si cesar, porque si no dedicamos tiempo, constancia y esfuerzo a crecer en la…
Todos los seres humanos tienen fe. La cuestión es fe, ¿en qué o en quién?
Paz. El ser humano busca vivir en paz. Y está dispuesto a todo por conseguirla.…
Con la instrucción "dad gracias", el apóstol Pablo nos está enseñando que esa es la…
Cuando creas que tus limitaciones te conducirán al fracaso, recuerda las palabras de Dios: "Bástate…
Cuando nos acercamos a Dios descubrimos que nuestro destino no es una cuestión de azar,…