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Para que todos sean uno
En los primeros siglos, decir que eras cristiano suponía tu condena a muerte por los opositores al cristianismo. Hoy las peores críticas vienen de los propios cristianos.
Enviados a predicar el año agradable del Señor
Cuando lleves el mensaje del Evangelio a otros, recuerda que muchos de ellos ya saben que viven en una antesala del infierno.
Algunos quizá estén a gusto en ella. Ellos sabrán, es su decisión. Pero a los demás, compárteles el mensaje de esperanza.
Para mí el vivir es Cristo
Aunque todo tus sueños e ideales puedan ser muy buenos, e incluso deseables en un buen cristiano, ninguna de esas cosas podrá llenar tu alma como lo hace el vivir para Dios.
No seas vencido de lo malo
Ya hemos vivido demasiado tiempo dejándonos llevar por el mal. Ahora es tiempo de vivir el Evangelio y de desarrollar el fruto del Espíritu.
Porque quien tal haga es un vencedor en Cristo.
Ya estáis limpios
Si en algún momento el acusador quiere hacerte sentir indigno, trayendo a la memoria tu pasado, recuerda que Dios ya te ha limpiado y te está preparando para dar fruto.
Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro
Si quieres pertenecer a una congregación perfecta de verdad, ayuda a los «imperfectos»; y reconoce que tú también tienes tus lagunas y déjate ayudar.
Porque amaron más la gloria de los hombres
Decir NO al llamado de Dios es reconocer la necesidad y el propio llamado, y sin embargo preferir la miseria de la propia vida a la vida plena en Dios.
Siempre en triunfo en Cristo Jesús
La Biblia nunca afirma que la vida del cristiano vaya a ser fácil. Lo que afirma es que si confiamos en Cristo obtendremos la victoria sobre las circunstancias.
Y Él os dio vida
Todos los grandes siervos y siervas de Dios comenzaron siendo personas muertas espiritualmente. Como tú y como yo. Fue Dios quien les dio vida y les capacitó para la obra a la que fueron llamados.
Porque no te han desechado a ti
Cristo es la cabeza del cuerpo. Pero cuando necesitamos guía o dirección es más fácil acudir al pastor que encerrarnos en nuestro aposento y clamar a Dios, tal y como nos insta Jesús
Pedís y no recibís
Pedimos y no recibimos porque nos centramos en nosotros mismos. Mas pide a Dios que haga su voluntad en ti y verás prodigios en tu vida.
Pero confiad, yo he vencido al mundo
Cuando Dios te pida algo, aférrate a su promesa y confía en su llamado. Síguelo a pesar de tus miedos y dudas. Y Dios hará.