«La oración eficaz del justo puede mucho» (Santiago 5:16)
Puede parecer que son solo palabras, sin embargo la oración tiene mucho poder.
La oración es el resultado de una búsqueda de Dios, de un anhelo de su presencia.
La oración verdadera nos ayuda a sintonizar con la voluntad de Dios, pone en marcha su poder y nos transforma y renueva.
La oración es capaz de cambiar nuestras circunstancias pero, por encima de todo, cambia la forma en la que las percibimos.
Porque acercarnos a Dios en oración nos ayuda a ver nuestra necesidad desde su altura, por encima de las nubes de duda y temor.
Quizá los problemas o condicionantes sigan ahí, pero la oración nos recuerda que cada aspecto de nuestras vidas está en sus manos.
Si clamamos y confiamos en Él, Dios enviará la respuesta adecuada.
Siempre.
Fotografía de portada por Joshua Earle en Unsplash