Por nada estéis afanosos
No dejes que el afán y la ansiedad destruyan tu vida. Descansa y confía en Dios, y verás como tu vida se llena de paz, gozo y victoria.
No dejes que el afán y la ansiedad destruyan tu vida. Descansa y confía en Dios, y verás como tu vida se llena de paz, gozo y victoria.
Solo cuando confiamos en Dios y echamos nuestra ansiedad a sus pies podremos vivir una vida de gozo y libertad, porque habremos aprendido que él tiene cuidado de nosotros.