Y Él os dio vida

Y Él os dio vida

Todos los grandes siervos y siervas de Dios comenzaron siendo personas muertas espiritualmente. Como tú y como yo. Fue Dios quien les dio vida y les capacitó para la obra a la que fueron llamados.

Derramaré de mi Espíritu

Derramaré de mi Espíritu

La llenura del Espíritu, el acceso a la presencia de Dios ya no es privilegio del sumo sacerdote. Porque el sacrificio perfecto de Cristo hace que Dios nos vea justificados y nos reciba como a hijos.