Sanaré su tierra
Este pasaje no es un conjuro contra los problemas. Lo que nos enseña es que si pecamos y nos rebelamos contra Dios, aún hay esperanza para nuestras vidas.
Este pasaje no es un conjuro contra los problemas. Lo que nos enseña es que si pecamos y nos rebelamos contra Dios, aún hay esperanza para nuestras vidas.
El propósito de Dios es darnos el fin que anhelamos, y para un verdadero hijo suyo no puede ser otro que vivir la eternidad en su presencia.
La sed de nuestras almas solo puede ser satisfecha en Dios y para llegar hasta Él solo hay un camino: Cristo.
Dios quiere que vivamos una vida plena. Una vida que se desarrolle en un permanente estado de gozo y de íntima relación con Él.
Si ves que te estás convirtiendo en alguien gris e irascible, acércate a Dios y deja que su amor inunde tu vida.
La vida cristiana es una vida de oración, pero también de acción; de lucha, pero también de victoria; de retos, pero también de esperanza y fe.