El castigo de nuestra paz fue sobre él
Paz. El ser humano busca vivir en paz. Y está dispuesto a todo por conseguirla. Pero solo en Cristo, encontramos la verdadera paz.
Paz. El ser humano busca vivir en paz. Y está dispuesto a todo por conseguirla. Pero solo en Cristo, encontramos la verdadera paz.
Por muy valiosas que sean las cosas que puedas compartir, Cristo es el mejor regalo de Navidad, el único regalo capaz de traer vida.
En un mundo regido por normas limitantes, el fruto del Espíritu que produce el Evangelio trae auténtica libertad.
He aquí yo estoy con vosotros todos los días, es una promesa de Jesús que debe llenar nuestros corazones de gozo, esperanza y victoria.
Cuando el Espíritu Santo entra en nuestras vidas cambia nuestros viejos planteamientos de vida, y nuestros valores son cambiados por la vida y la libertad que Dios nos otorga.
Desde el momento en que pongas tu vida a los pies de Cristo vas a sufrir persecución. Pero Dios nos ha dado espíritu de poder, amor y dominio propio para hacernos más que vencedores.
La vida cristiana es una vida de oración, pero también de acción; de lucha, pero también de victoria; de retos, pero también de esperanza y fe.
Toda la Ley de Dios puede resumirse en dos mandamientos, amar a Dios y amar al prójimo, sin embargo los religiosos llenan la vida de los creyentes de ritos y preceptos.
Cuando lleves el mensaje del Evangelio a otros, recuerda que muchos de ellos ya saben que viven en una antesala del infierno.
Algunos quizá estén a gusto en ella. Ellos sabrán, es su decisión. Pero a los demás, compárteles el mensaje de esperanza.